
La primera persona, o mejor dicho, personaje, a quién vi hacer su propia cerveza fue a Hank Schrader, el agente de la Dea y cuñado del protagonista de Breaking Bad. Sílvia, copropietaria de Family Beer junto con Peio, me confirma que el DIY cervecero es muy habitual en Estados Unidos pero también en países del norte de Europa. De hecho, fue su cuñado belga quién le sugirió montar una tienda de ingredientes y accesorios para hacer cerveza. Pero ella, que se había quedado en el paro hacía poco, buscaba una clave de vuelta a esta idea de negocio y la encontró: ofrecer un kit básico de iniciación a un precio ajustado (50 €) con todos los elementos, ingredientes e instrucciones para hacer cerveza artesanal.
De este modo, Family Beer quería animar el personal y crear una clientela fiel de compradores de maltas, lúpulos y accesorios diversos. Y, desde luego, lo han conseguido. “Estamos a punto de morir de éxito” afirma una Sílvia aturdida y feliz que no da abasto a preparar pedidos. El negocio empezó a primeros de diciembre de 2012 y durante la Navidad ya tuvo una buena acogida entre la gente del barrio. Pero a raíz de la aparición en varios medios de comunicación, sobre todo en el célebre blog El comidista del País, los encargos se han multiplicado. También desde diversos puntos pues tienen tienda online.
Además del manejable kit con el material de alquimia necesario para hacer una primera remesa de 5 litros de cerveza tipo ale, en Family Beer encontramos maltas (también ecológica), lúpulos y levaduras. Estos son los tres ingredientes básicos, pero también otros menos obvios como, por ejemplo, enebro, nuez moscada, clavo, piel de naranja, etc. guardados en tarros de cristal. “Nosotros proponemos unas mezclas de maltas pero la idea es que cada cual llegue a elaborar su propia receta” explica Sílvia. Además venden botellas, chapadoras y chapas.
En la tienda Family Beer, una pared pintada de pizarra explica la elaboración de la cerveza en cinco pasos: maceración, filtración, cocción, fermentación y envasado. Un proceso sencillo que puede hacerse en cualquier cocina pero que pide tiempo. La trastienda está destinada a ser un espacio de encuentro para los cerveceros artesanos amateurs. Para favorecer la camaradería han instalado una morturadora a disposición de todo aquel que quiera pasarse a utilizarla y pronto harán talleres y catas.
La propina: casi delante de Family Beer encontraréis La Chitarra, tienda de pasta fresca artesanal, muy recomendable. ¿Qué tal unos spaghetti hechos a mano regados con vuestra propia cerveza?
Escrito por Imma Tortajada, Slowbcn